Camino de Firgas (Firgas-Firgas, por el Barranco de Azuaje)

Camino de Firgas (Firgas-Firgas, por el Barranco de Azuaje)

Camino de Firgas (Firgas-Firgas, por el Barranco de Azuaje)

8,47 km
02:24
Moderada
Oui
656,00 m
255,00 m
505,00 m
505,00 m

El itinerario que se propone es una ruta circular a pie que parte desde el casco urbano de Firgas y regresa a él, describiendo una circuito que lleva al fondo del Barranco de Azuaje, que sube hasta el Mirador de la Montaña de Firgas y que vuelve sobre el lugar de partida por el Acebuche y la Avenida del Molino.

Comenzamos a andar, entonces, partiendo de la Iglesia de San Roque. La iglesia de San Roque es un templo construido y ampliado sobre los restos de la primitiva ermita levantada en honor a San Juan de Ortega en 1506 por el hacendado Rodríguez de Palenzuela, que dedicó sus recursos a la producción de azúcar en el Barranco de Aumastel, nuestro Barranco de Azuaje del camino.

En la iglesia, llaman la atención, sus tallas, la espadaña de la portada de aires modernistas y la casa parroquial, todo lo que queda del Convento de San Juan de Ortega instalado junto a ella y desaparecido tras la desamortización de Mendizábal (1836).

El camino que tomamos pasa por encima del edificio del Ayuntamiento de Firgas y de el viejo canal del siglo XVI, la Acequia Real, que aún trae el agua del lejano Barranco de Valsendero, aguas de Azuaje arriba.

En un punto determinado, abandonamos las calles de Firgas para descender por el viejo camino real, cruzando el tramo del canal del agua y el camino que desciende a la costa, a nuestra derecha. Enfrente, tenemos los barrios del municipio de Moya, y, abajo, hacia donde vamos, el Balneario de Azuaje, famoso por sus aguas mineromedcinales de propiedades curativas.

El camino es fácil de recorrer, la vegetación que nos envuelve es la propia de esta zona, vegetación termófila, herereda de la original que formó el mítico Bosque de Doramas, selva de laurisilva que se extendió sobre el centro norte de la isla de Gran Canaria hasta que desapareció talada por las necesidades de madera y leña, especialmente las de los ingenios azucareros, que son el origen posterior a la conquista de la misma Villa de Firgas.

Ya en el fondo del barranco, debemos seguir hacia la izquierda, hacia el interior del cauce, sorteando los puntos estrechos por donde está pisado y siguiendo un itinerario intuitivo.

En un punto determinado, casi dos kilómetros barranco arriba, y coincidiendo con la presencia de un cauce que apenas se distingue desde el fondo deberemos trepar para salvar un desnivel que nos cierra el paso. Más allá, encontraremos una especie de pasarela sobre el fondo del barranco que nos ayudará a cruzar la última de las charcas de agua.

A partir de ahí, todo será subir hasta el Cruce de las Casas de Matos, El Trapichillo, para, en la carretera secundaria, volver a ascender por veredas y alcanzar la Montaña de Firgas, la Cruz de Firgas y el albergue.

Desde ese punto, las vistas son soberbias. Después de un descanso, y de recrearnos ante el panorama, el descenso es muy sencillo, hasta el núcleo de El Acebuche, y luego, por debajo de la carretera general, siguiendo, o no, la Acequia Real, hasta el punto de partida, la Plaza de San Roque.

Tres detalles interesantes, el Molino de Firgas, del siglo XVI, visitable y un pequeño museo dedicado a la labor de un conocido cuidador de ganado de la tierra; la fuente monumental con sus decorativos azulejos alusivos a los municipios de Gran Canaria, y la sede de la Concejalía de Cultura, la antigua fonda, un pequeño establecimiento hotelero con tradición local y mucha historia.