Esta es una de esas calas olvidadas a la que no se nos hubiese ocurrido acercarnos de no habernos contado los secretos que esconde. La aproximación entre plataneras, por una pequeña pista para acabar al pie de una cantera, le dan al lugar un aire peculiar. Al norte de la playa, la costa de roca maciza está taladrada de cuevas, pasillos y arcos a muy poca profundidad, convirtiendo a esta inmersión en un lugar apasionante para explorar. Al sur, una gran roca sobresale en la bahía escondiendo un arco enorme y marcando el camino hacía una inmersión más profunda. La arena se extiende en llano hasta que cae vertiginosamente hacia grandes profundidades, formando un cañón por el que se puede bajar hasta el coral negro. Las anguilas jardineras vigilan y cubren las laderas de arena formando un curioso paisaje.