Javascript ist deaktivier

Javascript ist in Ihrem Browser deaktiviert.
Bitte aktivieren Sie Javascript,
um diese Seite korrekt anzuzeigen. .

Klicken Sie hier , um die Anweisungen zum Aktivieren < br /> von Javascript in Ihrem Browser anzuzeigen
Camino Fontanales-Artenara-Fontanales

Camino Fontanales-Artenara-Fontanales

Camino Fontanales-Artenara-Fontanales

20,87 km
06:00
Moderada
Ja
1701,00 m
991,00 m
1211,00 m
1211,00 m

El itinerario es un recorrido a pie circular, con salida y llegada al mismo punto en Fontanales, que se puede realizar perfectamente en bicicleta de montaña o en un desplazamiento alternativo a Artenara con regreso por el mismo trazado (20 kilómetros).

La salida en ascenso desde la Iglesia de Fontanales (1964) nos lleva por el camino de El Valle a un camino, también ascendente, que arranca entre la esquina del campo de fútbol y el pozo de agua de El Valle.

Se trata del trazado del camino real que sube en zig zag por entre arbustos y especies rupícolas adaptadas al crecimiento entre las rocas (bejeques y veroles) y eucaliptos plantados en su día para fijar el terreno contra la erosión.

Llegados a arriba, justo debajo de la Caldera de los Pinos de Gáldar que no se distingue por encontrarse en otro nivel; podemos ver, en días claros, todo el norte y parte del noreste de Gran Canaria, con Fontanales a nuestros pies y, ocasionalmente, la isla de Fuerteventura.

Prosiguiendo nuestra ruta, descendemos ya entre pinos canarios de repoblación a dos barranquillos sucesivos que cortan caminos que descienden a los altos de Gáldar, el Lomo del Marco y Fagagesto.

En un punto determinado, salimos del pinar y entramos en zona poblada, en las inmediaciones del barrio de El Tablado, al que descenderemos desde el desvío de su escuela pública reconvertida en local social.

Justo al remontar el lado contrario del Barranco del Tablado, encontramos los restos semiderruidos del Molino de Agua del Tablado, con su casa debajo y con el recinto de molienda con el cubo, arriba.

El ascenso por entre las dos construcciones, nos lleva bien arriba, al barrio de Las Arbejas, que cruzaremos para atravesar la carretera general y pisar con más propiedad el camino real que llevaba a los fieles al santuario de la Virgen de la Cuevita en Artenara. Desde Las Arbejas a Artenara, apenas restan tres kilómetros de sendero zigzagueante.

Antes de entrar en el casco urbano de Artenara, está más que justificada una parada en el mirador ocasional que surge ante el caminante en la última curva del camino antes de entrar entre las casas. Al frente, ligeramente a la derecha, Tamadaba, a la izquierda la Caldera de Tejeda y el Roque Bentaiga, debajo el pueblo.

Llegados al centro urbano, comenzamos el camino de vuelta en la Iglesia de San Matías, y lo hacemos caminando hacia la Ermita de la Virgen de la Cuevita. Para continuar, hay que ascender por las empinadas escaleras que nos llevarán al cruce de la cruz que dejamos atrás antes de entrar en Artenara.

Pisamos el mismo camino anterior de tosca (piedra), para en un momento dado, tomar un desvío ligeramente a la derecha que nos llevará a la Hoya de los Frailes y a la localización de dos volcanes antiguos abiertos sobre el borde de la Caldera de Tejeda. El de la derecha, en nuestro sentido de la marcha, es una montaña que mantiene una pista forestal al final de la cual se abre un mirador ocasional que bien merece un corto desvío. Un camino de ida y vuelta de apenas un kilómetro, o menos.

Pero, seguimos el camino. La pista que sale de la Hoya de los Frailes nos llevará sin pérdida alguna hasta un cruce situado bajo la Montaña de Moriscos. Hemos dejado atrás tres hitos reseñables entre pinos canarios de repoblación (1976): La Cruz de Moriscos, dedicada al Sagrado Corazón (1918), la misma Montaña de Moriscos, también un mirador natural con su radar meteorológico (1.771 metros sobre el nivel del mar) y las Cuevas del Caballero, espacio arqueológico de gran importancia con pinturas y tallados en piedra representativos prehispánicos.

Siguiendo nuestro camino, llegamos a un nuevo cruce, hacia adelante la Cruz de Tejeda, hacia abajo, a la derecha, el Pozo de Fuente Fría, a la izquierda, nuestro camino de vuelta a Fontanales por el Montañón Negro, los Pinos de Gáldar, la Horcajada y El Valle.

El Montañón Negro es uno de los últimos volcanes aparecidos en la isla de Gran Canaria (3.500 años) con sus 1.860 metros de altura, representa un mirador natural sobre el norte insular que bien merece también un desvío para alcanzar su cima.

Por su parte, la Caldera de los Pinos de Gáldar (15.000 años) estará presente en la primera parte de nuestro trazado de descenso, porque cortaremos su muy breve colada volcánica antes de retornar al punto en el que nos desviamos en el campo de fútbol y el pozo de El Valle. En ese punto, sólo resta, como recordará, 400 metros de camino.